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Archivo mensual 25 abril, 2016

Don Quijote y Sancho Panza (Suso y Pako)

YO CREO EN SUSO Y SUSO CREE EN PAKO

Don Quijote y Sancho Panza

Escrito por David Torres
Domingo, 24 Abril 2016 16:23

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«En el arte de la marinería más sabe el más simple marinero, que el mayor letrado del mundo», le decía Don Quijote a Sancho Panza en la maravillosa obra de Miguel de Cervantes Saavedra, insigne escritor español del que estos días conmemoramos el 400 aniversario de su muerte. El caso es que andaba enfrascado en la infinidad de artículos, reportajes y documentales que sobre la magna novela se han hecho estos días, cuando me topé con una selección de las mejores frases que aparecen en la obra cervantina.

Éstas sentencias, además de devolverme a mis tiempos de BUP cuando leí la novela entre las rejas del colegio de Dominicos de Valencia, soñando con irme a jugar al fútbol con el equipo del colegio que entrenaba Manu Badenes (sí, sí, el monologuista) y que había montado Vicente «el moco», me recordaron a nuestro querido Valencia CF. Porque, aún escritas y pensadas por un genio hace cuatro siglos, sus palabras, sus líneas, cuentan en la actualidad con toda la vigencia del mundo. Y si no cambien «arte de la marinería» por fútbol y verán como se puede aplicar a la actual temporada del conjunto de Mestalla.

Acaso ¿alguien me puede negar que Cervantes pensaba en un caso como el de Pako Ayestarán y sus resultadocuando acuñaba la frase «Dad crédito a las obras y no a las palabras»? O, mejor aún, no me quitarán la razón que, cuando Suso Ayestarán se reunió con Peter Lim en Singapur para cargarse a su amigo Gary Neville, bien pudo reflexionar sobre que «amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama».

¿Es suficiente bagaje para renovar?

El hecho es que, como don Quijote le explicaba a Sancho Panza, la llegada a nuestro Valencia de un director deportivo que pueda preguntarle a Lim con galones «¿No sabes tú que no es valentía la temeridad?», ha dado un giro radical a una temporada que amenazaba en tragedia y que ahora podría quedarse en fracaso absoluto nada más. Sí, porque el director deportivo y su apuesta por Pako Ayestarán han traído la normalidad que este club necesitaba.

No seré yo quien diga si eso es suficiente o no para que el técnico vasco se gane con ello dirigir el proyecto de la temporada que viene, pero sí que hay una serie de datos que parecen incuestionables:

1) Con Pako Ayestarán los resultados han mejorado

2) Con Pako Ayestarán la lógica ha vuelto a imperar en la parcela deportiva

3) Suso García Pitarch cree en Pako Ayestarán y lo ha nombrado su «más firme candidato» para el banquillo de la temporada que viene.

Ante esta tesitura, y tras muchas desventuras deportivas, no me queda más que, haciendo caso al gran Miguel de Cervantes, confiar «en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades».

Dicho ésto, y parafraseando de nuevo la obra cervantina, «cada uno es artífice de su propia ventura» (que viene a ser lo mismo que cuando Ayestarán dice que «el futuro dependerá de lo que hagamos en el presente») así que el Valencia y Layhoon serán artífices de su destino con las decisiones que tomen… Por eso, espero que finalmente no hagan caso a don Alonso Quijano cuando reflexionaba y afirmaba que «nunca el consejo del pobre, por bueno que sea, es admitido». Uno lo es, pobre, pero creo que el consejo es bueno: Yo creo en Suso y Suso cree en Pako, y lo escribo hoy que el equipo ha jugado su peor partido en esta nueva épocaFeliz semana.

David Torres 

Delegado ElDesmarque Valencia

Getafe 2-VCF 2 (Foto: Lázaro de la Peña / Valencia CF)

El Valencia CF y el cáncer

PETER LIM Y LAYHOON DESTINARON LOS FONDOS NECESARIOS, PERO NO ACERTARON CON LOS ESPECIALISTAS

El cáncer y el Valencia CF

Escrito por David Torres
Domingo, 17 Abril 2016 12:37
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El cáncer es la jodida plaga del siglo XXI. No hay nadie que no tenga un familiar, amigo o conocido que no haya sufrido o esté pasando esta enfermedad. Cuando eres pequeño te apartan de ella, no te dejan saber nada y vives feliz. Sin embargo, cuando te haces mayor, le miras a los ojos, te enfrentas a situaciones dolorosas y tienes que hacer de tripas corazón para ser un refuerzo de las personas enfermas y no una carga más en el proceso de su enfermedad.

Tres cuartas partes de lo mismo le pasa al Valencia CF y a su afición, su entorno, sus dirigentes y ¿por qué no? también a sus periodistas. Somos fascinantes y feroces a la hora de autodestruirnos, de duplicar nuestro poder masivo, de hacer más grande el mal y de postular siempre lo negativo por encima de las cosas buenas.

Llevo semanas meditando si escribía o no del tema. Un tío, una amiga, la madre de otra… la inspiración está ahí, llamándome. La amenaza nos rodea, pero la forma que tienen estas personas de afrontar el proceso y sus fuerzas sacadas de no sé muy bien dónde siempre estimulan la mente de un periodista y te hacen darte cuenta de lo que realmente es importante en la vida y de lo que es una auténtica banalidad.

De esta enfermedad me fascinan dos cosas, lo escribo con odio, no con admiración: Por un lado su capacidad destructiva, su fuerza regeneradora para aparecer una y otra vez haciendo la puñeta al enfermo y la energía que roba a los que la padecen y a los que les rodeamos. Por otro, que es un mal que surge del propio ser, de nuestro propio organismo. Somos nosotros los que tenemos las células que después se vuelven cancerosas y empiezan a atacarnos de dentro a fuera incesantemente. El enemigo está en casa y es más difícil

Y, aunque por fortuna la medicina ha evolucionado tanto como para hacer más llevadera la enfermedad y erradicarla en un amplio porcentaje de los casos, sus dos malignas características (su fuerza regeneradora y su origen interno) la convierten en un enemigo formidable, difícil de vencer y al que hay que rematar aunque uno esté convencido que ya ha ganado en la batalla.

Leyendo el libro de Vicent Marco De Categoría, (absolutamente recomendable), que nos define de forma entretenida pero certera a los valencianos, hilé reflexiones y me di cuenta que muchas veces la gente de la ‘terreta’ somos así, nocivos para nosotros mismos. Tenemos el mal en nuestro interior y eso nos impide hacernos fuertes de cara al exterior.

Los doctores del Valencia CF. (Foto: David González)

Tres cuartas partes de lo mismo le pasa al Valencia CF y a su afición, su entorno, sus dirigentes y ¿por qué no? también a sus periodistas. Somos fascinantes y feroces a la hora de autodestruirnos, de duplicar nuestro poder masivo, de hacer más grande el mal y de postular siempre lo negativo por encima de las cosas buenas -muchas o pocas- que suceden. Para empezar, muchos tildarán este discurso de populista, blando o afecto al poder, cuando en realidad lo que pretende es, pues así lo he aprendido de los enfermos de cáncer, darle valor a lo positivo. La actitud en estos casos es casi tan importante o más que la aptitud.

Tras una temporada nefasta deportivamente hablando es difícil pedirle a nadie que sea positivo. Es más, como sucede con una enfermedad como el cáncer, estoy convencido que la solución pasa por atacar de frente al problema, por erradicar las células afectadas -los jugadores que sobran- pero con cuidado, porque el peligro de expandirlo a otros ámbitos del club, o del valencianismo siempre existe. El negativismo no puede nublarnos tampoco el criterio ni el enfoque.

Y lo escribo hoy, despúes de ganar en Barcelona que siempre es un placer aunque eso no sirva para empañar. Peter Lim y Layhoon no han sido los mejores médicos para diagnosticar la enfermedad valencianista hasta la fecha. Comenzaron destinando los fondos necesarios pero eso no basta si no aciertas con los especialistas y la terapia. Ahora, con Suso García Pitarch al frente del caso el enfermo tiene mejor pinta.   

No lean esta columna como una forma frívola de acercarse a una realidad dolorosa para muchos, sino más bien como mi forma de decirle a los que lo padecen que sé lo que sufren y que estoy a su lado cuando lo necesiten. Vale también para el valencianismo. Así que, desde el refuerzo positivo que significa ganar en el Camp Nou, dejemos a los médicos hacer su trabajo. La temporada 2016-17 está a la vuelta de la esquina. Feliz semana.

David Torres

Delegado ElDesmarque Valencia

(Foto: Lázaro de la Peña / Valencia CF)

Entre el móvil y el posteo

Hace ya dos décadas que comencé en esto de la comunicación. La fortuna me ha permitido tocar, conocer, disfrutar, mamar, aprender y crecer en todas y cada unas de las ramas del periodismo deportivo.

Nací para la profesión en la prensa escrita, la de teletipos por impresora, máquinas de escribir, poco Internet y nada de móviles, y ahora me gano la vida dirigiendo la delegación local del diario deportivo nativo digital más importante de este país: ElDesmarque.

En este amplio periodo de mi vida, he pretendido siempre ser fiel a la honradez, la ética profesional, la integridad personal y, por supuesto, la curiosidad, las ganas de aprender, de saber más y de conocer hasta las últimas tecnologías.

Sin duda, mi afán por dominar las herramientas que hicieron, hacen y harán más efectivo y eficaz mi trabajo han sido una de mis obsesiones.

Vivo mi vida en facebook

Tuve móvil cuando casi nadie lo tenía, disfruté –gracias a mis padres- de un ordenador portátil cuando pesaban casi tanto como uno de sobremesa; me hice Facebook, twitter, Google +, Linkedin, Vine, y ahora Instagram y Snapchat sin saber demasiado bien para que servían. Quiero creer, ahora que echo la vista atrás, que fue siempre por instinto, consciente de que eso me ayudaría a completar y desempeñar mi labor de la mejor forma posible. Vi, desde el principio, esos útiles como “armas de comunicación masiva”.

Porque si algo hace feliz a un periodista por encima de cualquier cosa es contar noticias, pero ser el primer en contarlas, contarlas bien y llegar al máximo número de receptores posibles. Vivimos de eso, de vender periódicos, minutos de radio, de televisión y ahora de los clicks.

Entre la redacción del modesto pero orgulloso diario local en el que comencé y la moderna publicación que ahora coordino, la vida de periodista me ha permitido conocer, disfrutar, y desempeñar mi labor en la televisión y en la radio. En todos los ámbitos de la comunicación me acompañó siempre esa obsesión por dominar las últimas tecnologías que el mercado disponía para hacer mejor mi trabajo.

En la última etapa de mi vida profesional hasta la fecha, he compaginado el periodismo deportivo como las tareas de Community Manager de diversas empresas o instituciones. Mi afán por hacerlo bien y hacerlo rápido, además de propiciar mi caída en las garras de Apple, me ha llevado a pasarme horas buceando en la red buscando herramientas que me permitieran compartir contenidos en las redes sociales de forma correcta, veloz, adecuada y con la mayor eficacia posibles.

He preguntado, probado, buscado y desestimado innumerables herramientas. Ahora bien, te digo amigo lector que, cuando una supera mis exigentes exámenes del día a día no la cambio por nada. Por eso, mis seguidores sabrán que hay redes sociales que machaco incesantemente y otras las tengo reducidas a la mínima expresión.

Las herramientas de trabajo

Lo mismo me sucede con las herramientas de trabajo. Y ahí es dónde aparece el posteo en Facebook. He intentado y buscado todo para compartir en grupos, me he desesperado hasta altas horas de la madrugada repitiendo una y otra vez la tediosa tarea de copiar un enlace y compartirlo en un grupo, en una página, en mi perfil etc… Hasta que apareció Postcron en mi vida.

El hecho de que, con un único click, pudiera hacer el trabajo de compartir una información en seis cuentas o perfiles diferentes me abrió el cielo. Nada podía superar eso.

Y además sin dejar rastros, sin dejar una marca de agua o un mínimo atisbo de poca profesionalidad. Posts limpios, tuits limpios, contenidos que brillan por lo que dicen, por lo que ofrecen, sin molestar la forma en la que los compartes.

Sin duda, hoy en día se ha convertido Postcron en una pestaña imprescindible de mi Google Chrome. No hay sesión ni jornada de trabajo que comience sin tener abierta mi cuenta en esta utilísima herramienta.

 

Es verdad que, por muy macbook que tengas, los enfermos de las redes sociales y que vivimos única y exclusivamente en el mundo digital, terminamos consumiendo cualquier memoria o caché que nos pongan a tiro. Por eso, el acabose fue cuando, un día, por casualidad, descubrí la posibilida de utilizar Postcron como una extensión de Chrome. Se acabó tener la pestañita abierta para compartir nada. Directamente desde el enlace comprartías haciendo aún más rápido si cabe el trabajo y con la misma efectividad de siempre.

La sensación que experimenté aquel día es exactamente la misma que un día mi director hace ya 20 años me dijo “David, toma este móvil y nos ‘cantas’ la crónica desde el pabellón”. No era un teléfono cualquiera, era el único que había en todo el periódico, un Motorola cuya batería te habría roto el pie si tenías la desgracia que se te caía entre las manos. Eso era, un adoquín, pero sobre el que seguí construyendo mi trayectoria periodística. Hoy Postcron es el último ladrillo que he añadido en esa construcción llamada David Torres. Feliz semana.

 

Peter Lim: el tiempo de «procrastinar» se ha acabado

Peter Lim: el tiempo de «procrastinar» se ha acabado

Escrito por David Torres

TRAS LA VICTORIA CONTRA EL SEVILLA, CREO EN SUSO, ESPERO QUE LAYHOON Y EL MÁXIMO ACCIONISTA TAMBIÉN

Domingo, 10 Abril 2016 18:19

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Procrastinar es el nuevo ‘palabro’ de moda. Cómo será de moderno que mi corrector me lo pone en rojo a pesar de estar bien escrito. El caso es que me he encontrado con él esta semana en un par de ocasiones y no podía dejar pasar la oportunidad de utilizarlo. Procrastinar según la RAE es aplazar o diferir, proviene del latín y se utiliza en la medicina para definir aquellos trastornos de comportamiento que sufren los que posponen los cambios o les provoca ansiedad y estrés estar ante una tarea pendiente porque no encuentran el momento ni la fuerza de voluntad para hacerla.

El tiempo no es un bien infinito. Los males del Valencia son muchos y el listado de decisiones que hay que tomar extenso. No se puede prorrogar mucho más el comienzo, no se pueden aplazar ni diferir las decisiones sobre quién dirigirá la plantilla del año próximo y qué futbolistas la van a integrar.  

Pues bien, en el Valencia el tiempo de eso -deprocrastinar– se ha terminado. Tras la victoria contra el Sevilla y con el equipo virtualmente salvado, es la hora de poner en marcha, de ejecutar el plan S (de Suso). Igual que el director deportivo se marchó a Singapur y cara a cara junto a la presidenta Layhoon Chan se fundieron a Gary Neville tras días de reunión con Peter Lim, es el momento de que el máximo accionista y la presidenta crean de verdad en él y le den galones para organizar la nueva temporada.

Esta campaña se ha convertido en una pesadilla horrorosa, de la que todavía dudo que nos hayamos despertado y NO, no se puede volver a repetir. La propiedad ha cometido innumerables errores, -todos nos equivocamos-, pero tiene que empezar a demostrar que ha aprendido de ellos.

Vamos, lo dicho, que el tiempo de procrastinar se ha acabado. Es la hora de empezar a tomar decisiones, de elegir a un nuevo entrenador (o darle la confianza a Pako Ayestarán), limpiar el vestuario y, lo que es más importante, seleccionar las piezas que harán que el Valencia no sea un equipo endeble ni psicológica ni futbolísticamente hablando la temporada que viene. Y de eso, de los que hay en el club, el que sabe es Suso García Pitarch. Es, por tanto, su hora.

Mestalla es sabia y silbó con ganas a Feghouli. (Foto: David González)

El director deportivo ya mostró los dientes en el caso Neville -desde el primer partido estoy convencido que no era su técnico ideal- pero falta que Peter Lim y Layhoon se fíen de él de verdad. Sé que creen en Suso, que tienen en alta estima su opinión, pero eso no basta. Deben darle los galones y las riendas deportivas del club y él debe tomar decisiones desde ya.

La reunión postpartido que celebraron Layhoon y Suso no hace más que presagiar que el camino que seguirá el Valencia es -por fortuna- el que marque el director de la Pobla de Vallbona. 

El tiempo no es un bien infinito. Los males del Valencia son muchos y el listado de decisiones que hay que tomar extenso. No se puede prorrogar mucho más el comienzo, no se pueden aplazar ni diferir las decisiones sobre quién dirigirá la plantilla del año próximo y qué futbolistas la van a integrar.

Ahora que en el Valencia el tiempo de procrastinar se ha acabado, que no te sorprenda la próxima vez que te encuentres con este ‘palabro’. A fin de cuentas no es más que el «no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy». Feliz semana.

David Torres Palencia

Delegado ElDesmarque Valencia 

PD: Mientras se deciden vamos votando por nuestros favoritos para la plantilla del Valencia 2016-17 aunque sé que Suso tendrá su lista bien cerrada.