Con Mestalla todo habría sido diferente: Seis meses sin su calor y sin su presión
Se cumplen seis meses sin el calor y sin la presión de Mestalla. Jugando en casa y con su gente, quizá otro gallo habría cantado para los valencianistas y sus dirigentes.
Este sábado, en el que el Valencia CF jugaba contra el Levante UD en el Pinatar Arena su tercer partido de pretemporada, un puñado de aficionados decidieron irse al Kilómetro 0 a protestar contra Lim, Murthy y Meriton y todo lo que les rodea antes de ver a su equipo. Muy sintomático. Era la fecha en la que se cumplÍan seis meses desde que el conjunto valencianista y su afición no celebraban y sufrían juntos en Mestalla. La última vez fue un 29 de febrero, un Valencia-Betis que acabó con una victoria pírrica de los de Mestalla, pero en el que, a pesar de que las cosas no iban bien, tampoco se vislumbra la terrible crisis social, deportiva, económica y sanitaria que se iba a desatar poco después.
Vuelvo la vista atrás. Cierto es que aquel 29 de febrero el coronavirus ya había llegado, por desgracia, a nuestras vidas. De hecho, diez días antes, se había disputado el Atalanta-Valencia, calificado después como una bomba biológica, pero pocos vislumbraban que iba a ser decretado el estado de alarma, fallecerían más de 29.000 personas según datos del Gobierno, muchos más si se atienden a otras fuentes
Aunque el proyecto a nivel deportivo estaba muy tocado desde el principio de temporada, a esas alturas de temporada, el Valencia CF aún tenía intactas sus opciones de clasificarse para Champions mediante LaLiga Santander. Pero llegó la pandemia, el confinamiento, los partidos a puerta cerrada y se aceleró la degeneración de los acontecimientos.
Sin el calor, y el empuje del estadio, el equipo hizo un horroroso final de campaña. Celades no dio la talla, los jugadores tampoco y Peter Lim y Anil Murthy se sintieron libres para hacer y deshacer a su antojo sin ningún contrapeso social que les afeara cada decisión. Comunicaron la lista de bajas con la temporada aún por jugarse -gravísimo- y desmantelaron el equipo durante estas semanas pensando única y exclusivamente en el apartado económico y señalando a los futbolistas. En otros tiempos, cada decisión de ese estilo se habría sancionado con una pitada en el estadio y, quizá, con una manfiestación fuera del estadio.
De aquellos barros estos lodos, la sociedad se mueve
Y lo cierto el coronavirus puede impedir reunirnos en Mestalla pero no puede apagar el sentir de la afición que está hasta las narices de ver cómo están gestionando su club. Por eso han llegado manifestaciones sociales de todo índole, plataformas de protesta como «Espíritu del 86«, «Salvem Nostre VCF» o «Libertad VCF« como reacción y protesta o el contundente comunicado de las peñas que resume buena parte del sentir de la afición: No les gusta lo que está haciendo Peter Lim; no les gusta cómo está ejecutando Anil Murthy las decisiones y quieren que se acabe el estadio. Vamos, lo normal, lo que dicta el sentido común. Que 231 peñas (no una ni dos) se posicionen en contra de la gestión de Peter Lim y exijan la dimisión del presidente, traducido al lenguaje de Mestalla, sería pitada, cánticos de fuera, fuera y abucheos. Es para hacérselo mirar, para reflexionar, para hacer autocrítica… Vamos, lo que más le cuesta hacer a Meriton.
¿Qué hacer?
Es cierto que la crisis económica ha afectado a todos, pero hay obligaciones –estar al día de los pagos, empatizar y respetar a la afición y al club y sus profesionales (no valen cartas) acabar el nuevo campo y apuntalar el equipo– que en una empresa futbolística como esta son innegociables. Y como eso vemos que no está sucediendo, protestamos y cada vez son más los que creemos que el tiempo de Meriton en Valencia tal y como hoy lo conocemos se acerca a su fin. El nivel de tensión social es insostenible. El problema, pensamos muchos, es ¿cómo operar un cambio? Evidentemente hay dos vías: comprar las acciones de Lim con dinero por delante o forzarle a que cambie vía judicial o con apoyo institucional. Respecto a las medidas sugeridas, aglutinar un porcentaje de acciones para hacerse oír en la Junta General de final de año es, sin duda, un buen primer paso ante las tres líneas rojas que Peter Lim ha cruzado esta campaña.
Hasta que eso llegue o pueda realizarse, la presión social y la crítica son el mejor camino para que sepan nuestra disconformidad. Cierto es que, con Mestalla como foro para dictar sentencias todo sería más fácil, pero hasta el día en que podamos volvernos a reunir en el templo. Paciencia, mascarilla y distancia de seguridad.
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Rodrigo Moreno, un señor
No me resigno a acabar sin quitarme el sombrero ante Rodrigo Moreno. Impecablemente asesorado, su vídeo de despedida define lo que es: un señor, un gran tipo y un gran valencianista. Quédate tranquilo, yo te recordaré como gran jugador y mejor persona. A ver si aprenden otros. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque en Valencia