En Singapur se decide todo
En Singapur se decide todo
Interpretar la última rueda de prensa de Pako Ayestarán como un anuncio que va a seguir en el Valencia CF, o como un discurso de una persona prepotente y soberbia que no quiere seguir es no conocer o no haber observado suficiente a Pako Ayestarán. No culpo a quién no tenga el gusto, pero al menos es cuestionable quedarse en la superficie y no analizar el más allá de su discurso.
Admito que el técnico del Valencia CF tiene un puntito chulesco y sobrado que a veces da la sensación de que no le importa demasiado nada y que la cosa no va con él. Creo que es una impresión alejada de la realidad. Es más, hacía tiempo que no me encontraba con un «One man’s club» (Hombre de club en inglés) tan comprometido con la entidad como Pako. En un acto de generosidad deportiva poco usual, me consta que muchas de las decisiones que ha tomado el técnico -parar a Gayà, apartar a Feghouli, sentar a Abdennour– no son pensando en su propio beneficio sino en el futuro a medio plazo del Valencia. Lo fácil habría sido buscar victorias rápidas que se metieran a la afición en el bolsillo sin pensar si Gayà evita o no el quirófano, por ejemplo.
No hay ningún nombre factible y real que nos guste a todos. Pako, Quique, Sampaoli, Pellegrini, todos tienen su legión de fans y su ejército de enemigos.Pero claro, cuando sale en sala de prensa y notamos que sube el tono un poco, que atiza un par de palos a la plantilla (cuando ésta necesita un remodelación total) y que se postula como el tío para encauzar la nave valencianista, ya se nos ponen los pelos de punta.
Como ha acabado la Liga, y después de poner en su sitio al proyectoPeter Lim -excelente en lo económico, pero pésimo y lento en lo deportivo- ahora hemos entrado en la guerra de qué entrenador debe dirigir al equipo la campaña que viene. Y ahí, en lo de hacer bandos, enValencia somos los números uno. No hay ningún nombre factible y real que nos guste a todos. Pako, Quique, Sampaoli, Pellegrini, todos tienen su legión de fans y su ejército de enemigos.
Creo que el Valencia necesita un tío que ponga orden en el vestuario, que dirija ese «entorno de máximo rendimiento, en el que la exigencia sea máxima, que la prioridad sea el club, que el club esté por encima de cualquier jugador», que es lo que, no olvidemos, dijo Pako Ayestarán tras el último partido de Liga. Creo, en definitiva, que Pako tiene las cualidades suficientes para ese puesto. Comparar su inexperiencia con la de Neville es insultante y, aunque admito que es una nueva apuesta, ¿acaso no lo fue en su día la de Benítez y salió redonda?. Para el Valencia que viene, me parece que el vasco puede hacer encajar las piezas.
Eso sí, lo escribí hace una semana y me reitero: Si apuestan por Pako que sea sin dobleces. Él quiere seguir, estoy seguro, pero sólo si le ofrecen un proyecto con convencimiento, creyendo en él. Si no, se marchará por dónde ha venido («que a nadie se le olvide que a mi el Valencia me llamó») y tan tranquilo. Por eso, porque creo que ése es el camino, en Singapur se decidirá todo. Cuando Peter Lim, Pako –angloparlante- y Suso se miren a la cara junto a Layhoonentonces se desenrollará el nudo gordiano en el que hemos convertido la continuidad del técnico tras una temporada nefasta.
Si todos están contentos, repito todos, Pako volverá de ese viaje como técnico. Si hay algo en lo que no están felices, será el momento de activar otras vías tales como ¿Quique Sánchez-Flores? (del que ya escribí hace unos días) Ojo, pero no crean que el que venga, sea Ayestarán o no, va a contar con el apoyo masivo del respetable. Qué va. Aquí la ilusión, y viendo los fichajes que suenan, se recuperará al estilo Benítez: con trabajo, más trabajo y sudor y sangre en el campo. Cómo me recuerda este verano al de la silla y la lámpara con Suso y Benítez. Aquella vez la cosa funcionó ¿por qué no ahora también? El tiempo nos pondrá a cada uno en su sitio. Feliz semana… Y feliz viaje a Singapur.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia