Andrea Radrizzani, Mestalla y el tiro de Gracia
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Se va una semana extraña, una más en el Valencia CF, que demuestra que en este club la realidad siempre supera la ficción. Se marcha con rumores de venta desde Inglaterra, dónde Andrea Radrizzani habría puesto sus ojos en Mestalla, y con la sensación amarga, agridulce, metálica del amago de marcha de Javi Gracia, bloqueada por una cláusula nada más, y la última intentona del Atlético de Madrid por fichar a Kondogbia. Última hasta la fecha..Se va una semana que, si tiene algo de positivo, es que nos acerca un poco más a la vuelta a la normalidad. Leía en ese sentido que CA Osasuna ha pedido jugar su partido del centenario en El Sadar con público y que el Racing de Santander ya tiene autorización del Gobierno de Cantabria para utilizar el 30% de su aforo. Ardo en deseos de que la afición vuelva a Mestalla y que los movimientos (no fichajes, salida de las peñas y demás decisiones de Peter Lim, Anil Murthy y compañía) tengan su eco en el coliseo valencianista. Estoy seguro que otra cosa nos habrían deparado estos infaustos meses de 2020 con el respetable en las gradas.
Sé que es mucho elucubrar, pero estoy convencido que la temporada pasada no habría acabado como terminó en términos deportivos -novenos- y que las pitadas constantes y los abucheos en la presente campaña habrían provocado que no se quedara en tímidas protestas el desalojo de las peñas, los no fichajes o el abandono que ha sufrido Javi Gracia… El técnico, por cierto, tiene todo mi apoyo, pero haber escenificado tan abiertamente sus ganas de irse, por honradez profesional, por dignidad, por conciencia o por lo que sea, sabiendo que tenía una cláusula de penalización que lo impedía, ha generado una situación incómoda en el entorno, ha podido generar incluso una brecha en el vestuario y no ha logrado su objetivo, si es que este era irse. La moral le asiste y entiendo sus motivaciones. Es perfectamente comprensible que se haya cansado de que le hayan mentido a la cara Peter Lim, Anil Murthy y compañía, pero quizá las formas esta vez no fueron las correctas. Creo que nadie se lo tendrá en cuenta (bueno, Meriton quizás sí) porque todo el mundo en Valencia con dos dedos de frente sabe que si alguien puede evitar que esta nave naufrague es él.
Estoy seguro que con Radrizzani y Víctor Orta por Mestalla otro gallo habría cantado en verano. Han pasado cinco años desde que compró el Valencia CF así que Peter Lim ya puede vender el club y, tal y como se ha recibido la noticia de la aparición en escena del italiano, su adiós haría felices a muchos valencianistas. A mí me faltan muchos pelos de esa burra para saber qué piensa el máximo accionista y qué futuro depara accionarialmente al Valencia CF. Sé que el presente es gris, de sufrimiento y pelea por mantener la dignidad deportiva de la entidad. Este es un club que forma parte de la vida de muchísimas personas y cuyo prestigio y nombre está por encima de las personas, de las acciones y de cualquiera que ose mancillarlo. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia