Algunas verdades sobre el Nou Mestalla: votaré a la solución, no al enfrentamiento
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El asunto del Nou Mestalla sigue embarrándose con el cruce de declaraciones cuando lo que necesita ahora que hay dinero es certezas Se marcha una semana en la que, entre tanta luz y taquígrafos, un tema vital para el Valencia CF como es el Nou Mestalla no ha hecho más que embarrarse un poco más. De lo deportivo no hablo, porque, de nuevo, tras una buena primera parte, el equipo se le desinfló a Gattuso en la segunda. Por ahí se escapan puntos y aspiraciones que debe corregir.
Más importante del momento concreto o la jornada, para mí es el asunto del Nou Mestalla por la trascendencia que debe tener en la historia del club. El Ayuntamiento, poco acostumbrado a que el Valencia dé su opinión y se exprese públicamente lo que piensa, respondió con un comunicado, de la concejalía de urbanismo que dirige Sandra Gomez, a Javier Solís tratando de desmontar algunos de los argumentos del club y redundando en afirmaciones como que el estadio lo paga la ciudad y que las instituciones han hecho mucho por el club o que el Valencia tiene una serie de privilegios y que por eso hay que exigirles hasta el máximo. Al tiempo, aseguraba que el club puede empezar a construir ya el estadio sin esperar al convenio que no llega. A mí esa virulencia y esa rapidez de respuesta me sorprendió, especialmente cuando sin licencias no se puede construir nada y estas están pedidas desde el 26 julio sin obtener respuesta. Dice Urbanismo que el club no ha hecho un avance, reunión o encuentro para conseguir la licencia de obras y yo, repasando, en los últimos meses, ya con Layhoon, esta se ha reunido con Ximo Puig, Arcadi España; con Sandra Gómez y sus asesores, a solas; con Ribo y asesores a solas; otra vez con Ribo, Sandra, Borja Sanjuán, Lucía Beamud y Sergi Campillo; al margen de un par de reuniones más entre técnicos del Valencia y del Ayuntamiento
El caso es que ha llegado un momento en el que a un servidor, como a los ciudadanos, lo del choque de trenes, el enfrentamiento y el ver quién es más duro y chulo que el oponente, ya no le vale. Yo voto en blanco a esa actitud institucional. Yo quiero soluciones, no peleas y alargamientos sin sentido. Por eso, procede precisar algunas cuestiones que se nos olvidan, a modo de recetario o argumentario para que nadie olvide de qué estamos hablando.
Tras 13 años las obras paradas, en los 12 primeros años no había duda que el único culpable de eso era del Valencia y sus responsables, desde Juan Soler, hasta Peter Lim, pasando por Soriano, Llorente, Salvo, Layhoon, Murthy y compañía. Sin embargo, tras la aparición del dinero del fondo CVC de LaLiga, la cosa cambió. Por obligación, estoy de acuerdo, pero el dinero forzó a que el Valencia cambiara de postura y se decidiera a retomar el estadio porque sin la necesidad de vender Mestalla a bajo precio por la crisis. Presentó un proyecto remodelado en julio (tras las presiones políticas, ole por ellos) y en el banco tiene 85 kilos gastadores que queman. ¿Que el Valencia sigue siendo el gran culpable? Nadie lo duda, pero ahora se ha hecho acreedor de que le den un empujón definitivo al campo por dinero y por gestos.
Por eso, a partir de ahí, un servidor entiende que el club debe someterse a la legalidad como todo hijo de vecino, pero de ahí a asegurar cosas que no son ciertas o a pasar cuentas pasadas y no agilizar el proceso, media un abismo.
A mí, esto del campo es una situación que particularmente, me desespera: Teniendo tan cerca el acuerdo, me parecería imperdonable que por 4.000 asientos no se diera luz verde a un estadio que, objetivamente es una pasada y que las autoridades saben que si el aforo presentado inicialmente es de 66.000 es porque viene dado por un diseño singular para su segundo anillo y que, en momento de necesidad, se podría cambiar a 70.000. Enrocarse ahí es una perogrullada.
Algunas preguntas con respuesta del Nou Mestalla
Ante los argumentos de unos y otros, creo que debemos precisar algunas cuestiones, algunas preguntas con respuesta porque parece que en la historia de las instituciones públicas estas sólo han facilitado operaciones al Valencia CF y el Valencia es el único que ha recibido ayudas para poner la ciudad en el mapa (veáse ciudad internacional de aquello de esto o de lo de más allá etc…). El Ayuntamiento de antes y de ahora hace bien en echar un cable en proyectos como este, como el Casal España, como el Maratón, como en la recalificación para la Ciudad Deportiva de Nazaret para el Levante y casos similares porque eso mejora la vida de sus vecinos y mejoran también la imagen de la ciudad. Tener un estadio nuevo top atraerá partidos internacionales, aficionados, mundiales y riqueza; además de ser una publicidad espectacular para la ciudad.
La tribuna del viejo Mestalla
Por eso, desembrollen el lío de la ATE-convenio y Nou Mestalla de una vez. Recuerdo a instituciones y club que, sobre Mestalla pesa una orden de derribo. Los tribunales tumbaron una ampliación de Mestalla (cuyas obras obviamente habían autorizado las instituciones) y obligaban al derribo de la Tribuna que se paró porque se iba a hacer un campo. De ese lío también vinieron las prisas por la ATE. A todos interesaba cambiarse de estadio, y si no, que se lo digan a la Federación de Vecinos. Así que, recuérdenlo cuando vuelvan a sentarse y a redactar el convenio.
También uno recuerda ahora que cuando el Valencia le planteó al Ayuntamiento hacer el PAI para cambiar el estadio, al municipio le vino de lujo porque en el solar de dotación deportiva de Benicalap “sobraban” metros por todos los lados para hacer instalaciones para el barrio. Además de tener un estadio que pudiera albergar finales de UEFA Champions League como deseaba Rita. No fue, en todo caso, una permuta gratis. El Valencia, la sociedad deportiva mercantil más importante de esta Comunidad, es el mejor embajador de la ciudad por el mundo y pagó 45 kilos por ese suelo (no los valía al poco de comprarlo) y entregó varios solares a cambio de, es cierto, una recalificación de Mestalla que llegaba pensada para poder acometer las obras del estadio que soñó Juan Soler.
Fue Soler el que se ofreció a la ciudad pagar con el dinero del Valencia el polideportivo que por Ley le tocaba a Benicalap. Ese compromiso se mantiene, faltaría más que bastante retraso han sufrido los vecinos de ese barrio. Se mantiene dentro de los parámetros previstos, como lo de la cubierta solar, idea que surgió del club y que el Ayuntamiento ha hecho propia hasta el punto de exigirla en el nuevo convenio, cosa que me parece correcta. El caso es que, aquí hay que buscar soluciones, no choques de trenes. Estoy cansando del cruce de declaraciones, de que se politice el asunto con la sombra de unas elecciones en mayo y dando la sensación que a unos les corre más prisa que a otros. Al Valencia, como club digo, que se le siga pasando factura por su parón de trece años me parece bien, pero no hay condenas eternas y creo que el punto en el que estamos es que hay que acelerar un estadio que, sinceramente creo beneficia a todos, sin excepciones, por mucha pena que nos dé, a mí el primero, abandonar nuestro querido Mestalla. Da rabia ver como todos los clubs de Primera y de Segunda están ya gastando el dinero del fondo CVC y mejorando sus instalaciones y aquí seguimos enfangados por leguleyos y cuestiones colaterales.
Al margen de que se acabe el campo, me preocupa, de verdad, que jurídicamente se pueda cambiar una ATE por un convenio así, sin más, pero eso son problemas técnicos que deben resolver los juristas. Lo otro, el trazo grueso, creo que con voluntad hay que solventarlo pues la alternativa es ATE en el juzgado y eso sería muchos más años de parón de forma incomprensible. Como ciudadano digo, en este caso mi voto en blanco es para las trabas y los choques de trenes. Apoyaré las soluciones que espero que lleguen más pronto que tarde. Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en València