De hospitales, médicos y demás curas
De hospitales, médicos y demás curas
Pasar cada día por cualquiera de las cafeterías que rodean cualquier hospital de cualquier ciudad del mundo te hace darte cuenta de lo que es importante y de lo que no lo es. Imaginas qué historias hay detrás de esos rostros macilentos, cansados y piensas cuan importante es para un enfermo la figura de su médico.
Hecha esta precisión, escribir sobre lo «traumatizados» que estamos en el Valencia porque no hayan venido fichajes o se hayan escapado jugadores relativamente asequibles como Bartra o Sarabia, por nombrar algunos, es cosa menor y más a estas alturas de temporada que todavía quedan sesenta días para comenzar la temporada. Eso sí, les reconozco que el hecho de que Cheryshev haya elegido el Villarreal en vez de el Valencia o que se hayan escapado futbolistas interesantes como los mencionados, me molesta tanto como un abejorro en el forro del pantalón. Sin embargo, tiempo habrá de analizar los pasos de un Suso García Pitarchque, da la sensación que, ante la falta de salidas, ha debido pensar «me lío la manta a la cabeza, contrato lo que necesita Pako Ayestarán para ir tirando, y más adelante ya veremos cómo quitamos lastre de encima». Si no, no concibo que Kostic esté a punto de firmar tras -hipotéticamente- haber pasado ‘una’ revisión médica.
Pasar cada día por cualquiera de las cafeterías que rodean cualquier hospital de cualquier ciudad del mundo te hace darte cuenta de lo que es importante y de lo que no lo es. Imaginas qué historias hay detrás de esos rostros macilentos, cansados y piensas cuan importante es para un enfermo la figura de su médico.
Tanto galeno en mi vida en la última semana sólo podía acabar en una pregunta ¿por qué el Valencia a estas alturas no tenía sustituto de Juan Albors o al menos no lo había anunciado?Hace tres semanas que despidieron al anterior jefe de los servicios médicos y, salvo el rumor inicial de Jordi Candel, nada de nada. Pregunté, indagué, y lo máximo que conseguí fue una versión ‘no oficial pero sí enterada’ de que el Valencia había puesto la elección del doctor en manos de una empresa externa y que se buscaba un médico especialista en medicina deportiva (lógico) pero no próximo al entorno valencianista. Es más, me llegaron a asegurar que iba a ser extranjero (cosa que está por ver) y así lo publiqué. La cosa ahí me chirría un poco más, tampoco en exceso. Desde luego, nada comparado con el runrún que se ha creado en el mundillo de los médicos ante la posibilidad de que el Valencia fiche a uno de fuera…
Es verdad que en un principio el tema me escamó. Después, con el paso de las horas, interioricé la noticia, recordé que la última vez que estuve en Urgencias con mi familia, nos atendió un argentino y clavó el diagnóstico, por lo que resté importancia al hecho de su origen y me centré en el verdadero quid de la cuestión: ¿Cómo debe ser el médico del Valencia? La respuesta fue clara: un doctor que consiga que los jugadores estén felices física y mentalmente. No en vano, parto de la base que sólo puede hacer felices a los demás (aficionados) aquel que está feliz consigo mismo. Dicho lo cual, en ese vestuario, a partir de julio sólo pueden quedar hombres felices, contentos y orgullosos de defender la camiseta que visten. Profesionales, sí, pero también personas con hambre, ambición y para los que vestir el escudo sea un aliciente en sí mismo.
Por eso, ante esta tesitura, no sé si lo más recomendable es que Suso, que tiene faena por delante con los fichajes y las salidas, no sé si recomendarle que también empiece a mirar el mercado de psicólogos y psiquiatras para «reforzar» el cuerpo médico del club.
Llegados a este punto de mi reflexión recordé que la vara de esculapio es el símbolo de la profesión médica, y la serpiente que está enrollada en ella, el animal que muda periódicamente de piel, es decir personifica el rejuvenecimiento.
La vara, el palo, tengo claro que se lo va a dar Pako Ayestarán apretando las tuercas durante la pretemporada. Rejuvenecerla, mudarla, cambiarla es cosa de Suso García Pitarch, pero la medicina no hace milagros. Así que, tiempo al tiempo. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia