El orgullo, Albiol y la cantera
El otro día fui a recoger las notas de mi hijo y me sentí orgulloso al verlas. Me encantó ver un puñado de nueves, ochos y dieces sobre el boletín. Una sensación de satisfacción y placidez me inundó por completo. Seguro que si Rosa, la excelente profesional maestra-mamá que ha llevado los designios de Víctor en el Vicente Gaos, hubiera tenido un espejo mi sonrisa habría sido tan amplia como las de los emoticonos del Facebook.
El orgullo
Con todo, el mejor momento de la breve pero necesaria charla fue cuando ella me dijo que Víctor era noble, alegre, muy buen niño en definitiva. Me vino a decir que es para comérselo -literalmente- y que le había despertado sentimientos que hacía tiempo que no tenía. Imagínate si ella se emocionó, yo casi me pongo a llorar con el moco tendido cuando me aseguró: «tienes un hijo como para sentirse orgulloso de él». Lo dicho, no lagrimeé por vergüenza. Confío que a ella, a Rosa, no le importe que comparta estos minutos de charla, pero es que en ese momento supe de verdad qué es el orgullo.
Albiol (y Nani)
En nuestro día a día valencianista hay multitudes de actitudes que demuestran que el orgullo es, en definitiva, lo que le hace a Raúl Albiol apretar para venir a Valencia aunque sea perdiendo dinero y la falta de él, que canteranos como Zahibo no sigan en el club porque pidieron contratos de estrellas cuando apenas balbucearon en la élite del fútbol profesional.
El orgullo, dice la RAE, es ese «sentimiento de satisfacción hacia algo propio o cercano a uno que se considera meritorio». Vamos, lo que andamos buscando en el Valencia desde hace meses: El orgullo de pertenencia; el orgullo perdido por los resultados que no llegan; el orgullo necesario para salir a la calle a celebrar los éxitos propios y no los ajenos.
En la foto Raúl parece despedirse de la Lazio.
En nuestro día a día valencianista hay multitudes de actitudes que demuestran que el orgullo es, en definitiva, lo que le hace a Raúl Albiol apretar para venir a Valencia aunque sea perdiendo dinero y la falta de él, que canteranos como Zahibo no sigan en el club porque pidieron contratos de estrellas cuando apenas balbucearon en la élite del fútbol profesional.
En nuestro día a día valencianista hay multitudes de actitudes que demuestran que el orgullo es, en definitiva, lo que le hace a Raúl Albiol apretar para venir a Valencia aunque sea perdiendo dinero y la falta de él, que canteranos como Zahibo no sigan en el club porque pidieron contratos de estrellas cuando apenas balbucearon en la élite del fútbol profesional.
Y la cantera…
En estos casos de canteranos que vienen, van y que pueden llegar, como el caso de FranVillalba, siempre me viene a la cabeza esa fase que hizo tan célebre la serie televisiva de los 80 «Fama»: “Buscáis la fama, pero la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor”. Proteger a los nuestros es un deber. Educarlos para que sepan lo que es el Valencia y que se sientan orgullosos por el hecho de pertenecer a este club, es una obligación.
Deben entender que orgullo por estar en el Valencia es que, por su cumple, a mi hijo le regalen un juego de fútbol (no se si el Fifa o el PES, para eso están los de eSports de ElDesmarque que son los que parten la pana) y de motu propio elija jugar con el Valencia CF a pesar de no ser el mejor calificado o el que más partidos gana.
Estos chicos de la cantera deberían algún día parecerse a Albiol. Pues orgullo es, o al menos a mi me lo produce, saber que, a pesar de los pesares, que por muy negro que pintemos el horizonte valencianista, siempre hay futbolistas como el de Vilamarxant o, si me apuran el propio Nani, dispuestos a embarcarse en este nave llamada Valencia CF.
Ahora bien, siempre parto de la base que lo más importante es «que el orgullo no se apodere de ti. Es mejor ser feliz que querer tener siempre la razón» (Doctor Lozano). Que se lo apliquen los políticos que, partir de hoy deben pactar para gobernarnos. Entre tanto, feliz semana (en especial a mi mami que es su cumple). Firmado un padre orgulloso.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia